Impacto de los tipos de interés en la valoración de los activos financieros

Los tipos de interés son la variable más relevante de cualquier economía. El tipo de interés nominal es el precio que hemos de pagar por pedir prestado dinero. Utilizando un símil con la vivienda, el tipo de interés es el “precio del alquiler del dinero” e indica la cantidad de dinero que debemos devolver al “arrendatario del dinero” una vez haya finalizado ese período de “alquiler del dinero”.

Los tipos de interés son fijados por los bancos centrales y están relacionados con el valor que el órgano emisor asigna a la divisa. Por tanto, el tipo de interés es una herramienta útil para implementar y transmitir la política monetaria. Dentro de la Unión Europea, es el Banco Central Europeo el organismo encargada de fijar el tipo de interés oficial para los países que forman parte de la unión monetaria.

Los tipos de interés afectan a la planificación tanto de las empresas como de los particulares. El coste y la retribución de activos y pasivos financieros están referenciados al mismo. El precio de la hipoteca y la retribución del depósito bancario están ligados a la evolución de los tipos de interés.

Al hablar de los tipos de interés solemos generalizar en un solo término varios conceptos. Los bancos centrales tienen a su disposición tres herramientas que ajustan de forma periódica y coordinada:

• El tipo de interés central: es el más conocido y utilizado. Es el tipo de interés mínimo que pagan las entidades bancarias en las operaciones de financiación mayorista, lo que los bancos pagan al banco central por tomar prestado su dinero. Es el tipo de interés oficial del dinero.

• El tipo de interés de la facilidad marginal de crédito: es el tipo de interés que los bancos centrales cobran a las entidades bancarias por prestarles dinero a un día. 

• El tipo de interés de la facilidad de depósito: es el tipo de interés que los bancos centrales pagan a los bancos por mantener su liquidez excedentaria depositada en el banco central.
Los tipos de interés no sólo tienen un papel predominante en la economía productiva sino que son un aspecto esencial en los mercados financieros.

La importancia de la educación financiera en la era digital

Desde el inicio de nuestra actividad en Bespoke, hemos tenido claro que uno de los vectores más relevantes de la formación financiera es, sin lugar a duda, lo que hemos denominado Finanzas Digitales.

Aunque suene reiterativo con miles de mensajes similares, estamos viviendo un cambio de época muy relevante.

Más relevante de lo que somos conscientes. Todo lo que sucede a nuestro alrededor está profundamente afectado por la innovación tecnológica y en particular por lo que llamamos como digitalización. Y como no puede ser de otra manera, las finanzas en general y las competencias financieras en particular, están más que afectadas por esta ola que ya conocemos como la cuarta revolución industrial. 

Tres desafíos tenemos por delante en materia de educación financiera de la mano de la macro tendencia que desde hace 500 años está en movimiento: la democratización. Este fenómeno que hoy tiene tantísimas resistencias en su faceta de globalización, lo que ha hecho es que cada vez más seres humanos tengan un mayor control de sus decisiones y puedan acceder a mayores bienes y servicios.

Precisamente esta ola de la digitalización, lo que ha hecho es que muchos más seres humanos puedan interconectarse, generar comunidades, redes de intercambio y por supuesto hacer exponencial su capacidad de relación.

El primer desafío, la desintermediación que la digitalización ha supuesto, impacta directamente en las finanzas de la gente. Hoy, poblaciones que estaban muy poco bancarizadas por sus niveles de pobreza, cuentan con terminales móviles con los cuales pueden acceder al sistema financiero para consumir, intercambiar, hacer negocios, etc.

La educación financiera en una era digital es crítica para que las decisiones financieras (inversión, ahorro, gasto, generación de flujos futuros) que cada uno tome, antes territorio exclusivo de expertos, tengan un impacto positivo y generen bienestar. Hoy es tal el volumen de información disponible que, consultando miles de contenidos de YouTube, TikTok o X, con miles de tutoriales y miles de pseudo expertos, la gente se pierde en el bosque y cae en situaciones que las más de las veces ocultan monumentales estafas por no hablar del cibercrimen.

La educación financiera permite desarrollar un pensamiento crítico y centrado en objetivos vitales. Es por esto que grandes proyectos liderados por Naciones Unidas y otros organismos multilaterales propenden por fortalecer la educación financiera de manera masiva. En Bespoke, nos preocupa esa selva de confusión y tratamos de ser un actor relevante para apoyar el crecimiento de las personas desde el conocimiento.

Educación financiera para emprendedores: claves para administrar tu negocio

Para nadie supone una novedad la idea de que gestionar adecuadamente las finanzas es crucial para el éxito de cualquier emprendimiento. Parece obvio. Pero si analizamos muchas de las historias de fracaso en el mundo del emprendimiento, nos encontramos con que una debilidad en el nivel de educación financiera de los emprendedores les ha hecho tomar decisiones equivocadas que han hecho inviable su proyecto. Por ello, todo emprendedor debe tener claro ciertos conceptos clave que le permitirán tomar decisiones informadas y planificar el futuro de su nuevo negocio.

A continuación, nos gustaría compartir algunas de las claves fundamentales para administrar las finanzas como emprendedor, claves sobre las que solemos incidir en nuestros programas:

Para empezar, y como dicen comúnmente, la Caja es la Reina. El flujo de caja no es otra cosa que el dinero que entra y sale del negocio en un período de tiempo determinado. Pero muchas veces es el gran olvidado o ignorado. Comprenderlo permite saber si tendremos dinero suficiente para atender a nuestras obligaciones en los momentos en que debemos hacerlo. Por ejemplo, los pagos a empleados, los impuestos, las deudas por servicios o por suministros de nuestros proveedores. Y también nos debe ayudar a gestionar muy bien el proceso de cobro a nuestros clientes. Garantizar que hay con qué pagar cuando lo necesito. Quien calcula el flujo de caja regularmente toma mejores decisiones porque son más informadas y porque puede anticiparse a los problemas y gestionarlos de manera ordenada.

Otro tema muy relevante es precisamente tener claridad de cuánto nos cuesta tener el negocio en funcionamiento y planificar el presupuesto. Discriminar muy bien qué costes se mantienen constantes independientemente del nivel de ventas, (como el alquiler o los salarios) y que costes cambian proporcionalmente a la actividad del negocio, (como las materias primas, los servicios o las comisiones), es esencial para maximizar las ganancias, porque nuestro beneficio dependerá de ello. Calcularlo nos ayuda a entender cuánto estamos ganando realmente en cada venta.

En el emprendimiento, es obvio que, en el punto de arranque, sea muy difícil que haya un volumen de venta suficiente para cubrir la totalidad de las obligaciones, y por este motivo, es clave que un emprendedor tenga claro cuál es su Punto de Equilibrio, el nivel mínimo de operación en el que los ingresos son iguales a los costes totales. Ni ganamos, ni perdemos. Conocer este punto nos permite planificar nuestros objetivos de ventas y evaluar la viabilidad de nuestro negocio.

Adicionalmente, al relacionar todas las variables anteriores, podremos calcular cuáles son nuestras necesidades operativas de fondos, es decir, si podemos financiar nuestro negocio sólo con lo que produce nuestra caja, o si tenemos que buscar alternativas, primero propias, luego de amigos o familiares que quieran apostar por el negocio, o de inversores o entidades financieras. Analizar nuestras necesidades de financiación nos ayuda a tomar decisiones estratégicas y a entender la salud financiera de nuestra empresa o de nuestro proyecto de empresa.

Educación financiera para negocios

Tener contactos y tener ideas no bastan para montar un negocio. Es más. Tener buenas ideas y buenos contactos no garantizan el éxito de ningún negocio. No es suficiente tampoco tener muchos recursos. 

La historia del emprendimiento está llena de grandes ideas que resultaron ser grandes desastres a pesar de todos los volúmenes de dinero invertido. Porque, en definitiva, detrás de cualquier negocio sostenible en el tiempo efectivamente hay una idea que razonablemente encaja con necesidades concretas del mercado, y efectivamente hay una red de relaciones que razonablemente da credibilidad al negocio (socios, clientes, proveedores, empleados), pero, sobre todo, hay una gestión razonablemente buena de los recursos y en especial de las finanzas y de la caja. 

El punto óptimo de la viabilidad del negocio está, claramente en la intersección de esos tres ejes, pero me centraré ahora en el eje de la gestión razonable de los recursos y en particular de las finanzas, que es la palanca que desde Bespoke creemos que se debe potenciar porque es la gran ausente en la cultura general del emprendimiento.

La principal tesis es la siguiente: montar un negocio es un deporte de alto riesgo si no se cuenta con una educación financiera adecuada. Ideal tener conocimientos técnicos de finanzas, pero aquí me refiero a un aspecto más profundo. 

No es lo mismo saber de finanzas a que tus hábitos, tus comportamientos, tus decisiones estén alineadas en la dirección de una gestión financiera adecuada. ¿Cuántos expertos financieros no han terminado en bancarrota o en la cárcel a pesar de sus conocimientos técnicos? ¿Cuántos pequeños negocios de familia siguen estando en pie atendidos por la tercera o cuarta generación de una misma familia? Y es que entendemos por adecuado lo que permita tres claves que en la biología se entienden muy bien al hablar de una adaptación exitosa: Pervivir, Permanecer y Prosperar. 

En otras palabras: mantenerte con vida, transmitir tus genes a la siguiente generación y que te desarrolles plenamente.

Los beneficios de la formación financiera adaptada a las necesidades de los directivos

Hace algunas semanas tuve el placer de compartir mesa con dos importantes directivos de distintas entidades financieras a la finalización de una sesión de formación. Durante la conversación, uno de ellos manifestó la dificultad que tenía para encontrar programas de formación en el mercado que permitieran a su equipo de directivos fortalecer sus competencias en el análisis y la interpretación de la información del negocio para la toma de decisiones. Nos contaba que había intentado apoyarse en grandes centros educativos y en programas de prestigio, pero al final, siempre sentía que, si bien los profesionales que asistían sacaban algunas ideas, estrategias financieras o herramientas nuevas para implementar, y por supuesto una red de compañeros invaluable, la capacidad de impactar realmente en el negocio era una necesidad a la que dicha oferta formativa no daba respuesta. El perfil profesional del directivo o la directiva mejoraba su currículum, pero no necesariamente su desempeño.

Dado el enfoque formativo de Bespoke, me tomé el atrevimiento de compartir con él algunas de nuestras experiencias. Mi intención es tratar de explicar en unas pocas líneas, por qué debemos adaptar la formación financiera a las necesidades de los directivos y en esa medida, a las necesidades de la organización que lideran. Porque es en esa realidad en la cual se espera que tome decisiones financieras estratégicas, y que esas decisiones permitan cumplir, en una situación económica concreta, con la visión de la empresa que no sólo los accionistas tienen, sino la sociedad en la que se desarrolla y prospera.