Educación financiera para negocios
Tener contactos y tener ideas no bastan para montar un negocio. Es más. Tener buenas ideas y buenos contactos no garantizan el éxito de ningún negocio. No es suficiente tampoco tener muchos recursos.
La historia del emprendimiento está llena de grandes ideas que resultaron ser grandes desastres a pesar de todos los volúmenes de dinero invertido. Porque, en definitiva, detrás de cualquier negocio sostenible en el tiempo efectivamente hay una idea que razonablemente encaja con necesidades concretas del mercado, y efectivamente hay una red de relaciones que razonablemente da credibilidad al negocio (socios, clientes, proveedores, empleados), pero, sobre todo, hay una gestión razonablemente buena de los recursos y en especial de las finanzas y de la caja.
El punto óptimo de la viabilidad del negocio está, claramente en la intersección de esos tres ejes, pero me centraré ahora en el eje de la gestión razonable de los recursos y en particular de las finanzas, que es la palanca que desde Bespoke creemos que se debe potenciar porque es la gran ausente en la cultura general del emprendimiento.
La principal tesis es la siguiente: montar un negocio es un deporte de alto riesgo si no se cuenta con una educación financiera adecuada. Ideal tener conocimientos técnicos de finanzas, pero aquí me refiero a un aspecto más profundo.
No es lo mismo saber de finanzas a que tus hábitos, tus comportamientos, tus decisiones estén alineadas en la dirección de una gestión financiera adecuada. ¿Cuántos expertos financieros no han terminado en bancarrota o en la cárcel a pesar de sus conocimientos técnicos? ¿Cuántos pequeños negocios de familia siguen estando en pie atendidos por la tercera o cuarta generación de una misma familia? Y es que entendemos por adecuado lo que permita tres claves que en la biología se entienden muy bien al hablar de una adaptación exitosa: Pervivir, Permanecer y Prosperar.
En otras palabras: mantenerte con vida, transmitir tus genes a la siguiente generación y que te desarrolles plenamente.
¿Cómo influye la educación financiera en nuestra planificación diaria?
Eso que llamamos la educación (el acervo de conocimientos, habilidades y experiencias activados en cada individuo cuando toma cada una de sus decisiones) primero debe permitir que el individuo y su negocio puedan sobrevivir, es decir, satisfacer sus necesidades y cumplir con sus obligaciones de manera constante.
En segundo lugar, que puedan mantenerse operativos en el tiempo y más allá de sí mismos, (recordemos que, según CEPYME, la esperanza de vida de las empresas suele estar en Europa de media en los 19 años y un 65% de las empresas que se crean al año no logran superar los 5 años y sólo el 10% llega a los 10 años). En tercer lugar, que puedan crecer y generar riqueza.
Y es que la forma en la cual tomamos nuestras decisiones en la gestión de los recursos financieros debe educarse. Que cada emprendedor no sólo cuente con los conceptos básicos de ingreso, gasto, inversión o financiación, sino que sea capaz de tener una planificación financiera que pivote sobre el flujo de caja y le permita anticipar riesgos o detectar oportunidades.
Los emprendedores suelen dedicar muchos esfuerzos a su plan de negocio, que es una herramienta muy potente para plasmar esas ideas y cómo desplegarlas, pero si no dedica mucho más tiempo a la planificación financiera, y a hacer seguimiento de cómo fluyen los recursos y qué impacto pueden tener en la viabilidad futura, por ejemplo en una relación tan básica como las fechas en las cuales se cobra y las fechas en las cuales se paga, o el margen necesario para que no haya un problema de liquidez que pare el negocio o que le impida cumplir con las obligaciones a terceros, el emprendedor se verá de golpe frente a la necesidad de refinanciar su empresa, de buscar nuevos inversores o de empezar a posponer el cumplimiento de sus obligaciones y por lo tanto perjudicar a terceros que no sólo son la Agencia Tributaria o a la Seguridad Social.
A todas las partes interesadas en que el negocio prospere y se mantenga en el tiempo: empleados, proveedores y socios. Si el emprendedor no dedica tiempo diario a comprender la dinámica de su caja, se perderá de la información que es más real de todas. Dejará de ver la realidad por perseguir un sueño y el despertar de ese sueño puede ser amargo.
No debe extrañarnos que las Naciones Unidas y en nuestro caso la Unión Europea o la banca multilateral, o los bancos Centrales como el Banco de España, inviertan tantos recursos en programas de educación financiera y emprendimiento.
La educación financiera es una imperiosa necesidad para nuestro sistema productivo, porque a todos los miembros de sociedad, no sólo al empresario o al Estado, les interesa que las empresas sobrevivan, permanezcan en el tiempo y prosperen, sólo así, y lo ha demostrado sistemáticamente la historia, sólo así, reitero, se genera bienestar para muchos. Es en ese aspecto en el que Bespoke ha hecho su apuesta existencial, donde queremos pervivir, permanecer y prosperar.
Si quieres saber más sobre todos las formaciones que podemos ofrecerte y que tu negocio prospere puedes contactar con nosotros a través de nuestro número de teléfono +34 918388239 o email de contacto info@bespoke-sf.com