¿Existe el rally de Navidad en las bolsas? Posicionamiento de los inversores de cara al final de año
El Rally de Navidad, o Santa Claus Rally en inglés, es una tendencia históricamente alcista para los mercados de renta variable que tiene lugar en los últimos días del año. El inversor Yale Hirsch acuño el nombre de Rally de Navidad en 1972 para esas últimas sesiones del año y primeras del año siguiente, cuando observó entre 1950 y 1971 una tendencia estacional para el índice S&P 500 que aumentó su valor un 1.4% en media entre los últimos cinco días de negociación del año y los dos primeros del año siguiente.
El patrón se ha mantenido durante los años. Analizando una ventana temporal de mayor amplitud entre 1950 y 2022, el 80% de esos años han experimentado el conocido como Rally de Navidad. El año 2023 tuvo un Rally de Navidad más modesto, ya que el incremento de precio del S&P 500 en el período indicado se revalorizó sólo un 0.8%.
Aunque la tendencia estacional es sencilla de comprobar estadísticamente, no parece intuitivo entender cuál es el racional que justifica la existencia del Rally de Navidad en las Bolsas de Valores. En los últimos años hemos visto incluso como la tendencia estacional se adelantaba incluso hasta el período de Acción de Gracias. Entonces, ¿qué hay detrás de esta tendencia estacional en los mercados de renta variable que conocemos como Rally de Navidad?
Pues no hay una respuesta única sino que existen diferentes teorías que justifican el Rally de Navidad, entre las que se pueden destacar:
• El efecto vacaciones. La teoría fija el origen del Rally de Navidad en el diferente perfil que presentan los inversores institucionales y los inversores minoristas. Los inversores institucionales están de vacaciones en esa época del año y dado que los inversores minoristas son más optimistas y tienen un mayor peso en el conjunto del mercado en ese período impulsan el mercado y por tanto aumentan los precios de los activos de renta variable.
• El efecto enero. Históricamente el primer mes del año los activos de renta variable cosechan revalorizaciones en sus precios y es un mes alcistas en las Bolsas de Valores. Aunque lo anterior es únicamente un efecto estadístico y no obedece a ningún racional de inversión, este efecto anima a los inversores bursátiles a comprar activos de renta variable con carácter previo al comienzo de enero impulsando los precios de la renta variable en las últimas sesiones del año.
• El efecto fiscal. El componente fiscal es relevante al evaluar la ejecución de cualquier decisión de inversión, por ello antes del cierre del año fiscal los inversores suelen tomar posiciones y decisiones sobre su cartera de inversión. La optimización de la cuota fiscal es relevante al explicar el volumen y la euforia inversora que se registra habitualmente en los últimos días del año y que explica el Rally de Navidad.
De lo anteriormente expuesto sólo podemos inferir que el Rally de Navidad no obedece a un racional objetivo, sino que en su origen y mantenimiento pesan otro tipo de suposiciones o de racionales ajenos al binomio rentabilidad-riesgo que debe guiar toda decisión de inversión racional según la teoría de Markowitz.
Por tanto, un inversor antes de tomar la decisión de participar en el Rally de Navidad debe de clarificar el objetivo financiero de dicha posición y los riesgos asumidos en la misma. Para lograrlo, debe vigilar tres aspectos relativos a la inversión con el máximo rigor:
• El análisis del mercado con carácter previo a la ejecución de la operación. Si el objetivo es formar parte de la tendencia estacional del mercado y aprovechar la revaloración esperada por el Rally de Navidad, es crucial analizar los sectores más favorecidos por el mismo y posicionarse en ellos.
• El seguimiento constante de la operativa. Dado que la operación está anclada al impulso del Rally de Navidad, es crucial el seguimiento continuo de los precios para, una vez alcanzado el objetivo, liquidar la posición sin correr ningún riesgo adicional.
• La creación de una estrategia de inversión diversificada en el Rally de Navidad. Cómo cualquier posicionamiento de mercado, es muy importante dotarse de una estrategia que diversifique las posiciones tanto sectorialmente como en el tipo de producto de financiero, para minimizar los riesgos asumidos.
¿Habrá Rally de Navidad en 2024?
El año 2024 ha presentado un performance record para el índice S&P 500, que ha alcanzado más de 50 veces su máxima cotización histórica durante el ejercicio hasta el cierre de noviembre. Algo absolutamente inusual si se compara con los 18 máximos históricos anuales, que en media ha registrado a lo largo de su historia. Lo anterior junto a la reducción de impuestos a las empresas y la flexibilización regulatoria que promueve Donald Trump, vencedor en las elecciones presidenciales de Estados Unidos y próximo presidente del país en enero de 2025, marcan un sentimiento positivo del mercado para el cierre de 2024.
Por lo tanto, si habrá Rally de Navidad en 2024 pero no parece que sea un movimiento de gran amplitud dado el carácter positivo del año en su conjunto. El sentimiento del mercado coloca al sector tecnológico, con las conocidas como Siete Magníficas y todo el negocio ligado a la explotación de la Inteligencia Artificial al frente, y al sector bancario como los catalizadores del Rally de Navidad.
Sin embargo, esta coyuntura favorable se entremezcla con algunos riesgos financieros de cara a 2025 que el mercado puede empezar a descontar en sus valoraciones en cualquier momento:
• El incremento de los aranceles propuesto por la nueva Administración de Estados Unidos puede inducir una guerra comercial y mermar las previsiones de PIB mundial, sobre todo por su efecto en las relaciones comerciales con China y el bloque de la Unión europea.
• Los conflictos militares en Ucrania, Oriente Medios con foco tanto en la guerra entre Israel y Palestina y la inestabilidad derivada del cambio de régimen en Siria, y en el Sahel africano, con especial relevancia en Malí, aumentan el riesgo de que la inestabilidad política que pueda desencadenar una reducción de valoración en el mercado de renta variable.
• La combinación de políticas migratorias más estrictas y el recrudecimiento de los aranceles puede originar un nuevo repunte de la inflación no descontado en las valoraciones y desencadenar una espiral bajista en los mercados de renta variable.
Como resumen, la existencia del fenómeno denominado Rally de Navidad está estadísticamente demostrada. Sin embargo su existencia no obedece a racionales de inversión sólidos, sino a posicionamientos coyunturales de los inversores que a menudo son explicados más por los sentimientos que por la razón. Por ello un inversor que decide posicionarse en el Rally de Navidad debe analizar el sector adecuado para hacerlo y vigilar de forma constante la evolución del mercado y los riesgos asumidos.